Renacer un bebé reborn requiere mucho tiempo y dedicación. Desde que se inicia el trabajo con un kit, debemos dar distintas capas de pintura hasta encontrar el color de piel adecuado para el bebé, según las características que deseamos que tenga. Muchas horas también para cuidar los detalles: venitas, zonas frías, capilares… Para finalizar con la pintura de pelo y el efecto piel. Se trata de un trabajo minucioso y artesanal.
Todo esto hay que tenerlo en cuenta a la hora de valorar un bebé reborn.